Hoy es siempre
Fotografía de la autora del blog
A la luz de la luna
de una farola
o una vela se me van los recuerdos
por un camino de brillantes piedras
pulidas por los años.
Se van, regresan, se duermen,
despiertan agitados por algún viento
que acaricia y refresca mi frente.
Y yo, que aún sigo hablando alguna vez contigo
sé que nada se puede hacer salvo seguir
salvo recordar, y sentir una especie de felicidad
cada vez que se acerca un 27 de enero.
Y sí, nunca se muere nadie del todo
depende de quien se queda aquí en el camino
a la luz de la luna
de una farola
o una vela.
Comentarios