La mujer muerta

"Y, mientras tanto, la verdad sepultada germina".
María Zambrano
Dejaste la imagen de tu rostro enamorado
clavada a la pared, fue como un aviso.
Nunca volviste a mirarla, quedó olvidado.
Mudaste tu piel encendida
por el vestido hecho de jirones de su odio
y te calzaste tus pies con la fría quietud
de aquel que se queda inmóvil esperando otro golpe.
...Y la montaña se fue erosionando con cada sacudida,
la roca empezó a resquebrajarse, a mostrar su hueso,
arrastrando los últimos poros en los que hubo amor...
Callaste, no dijiste nada,
te agarro el dolor, ese que se mueve bajo el silencio,
no intentaste levantar la mirada.
Hubo una noche de tormenta más,
sobrevolaron tu cima los truenos,
arañaron de ti todo lo que quisieron y te desnudaron,
tú oías lejanos tus propios gritos que parecían apagarse,
pensabas, no soy yo la que habla,
y algo se rompió dentro.
...La mujer muerta aún era bella,
tenía las manos tatuadas con las caricias que dio,
los ojos con los que dijo tanto, estaban abiertos...
Comentarios
Un beso.
"Yo no te pertenezco sólo quiéreme"
Un abrazo.
¡Cuantas mujeres han callado, sin denunciar, mudas, disimulando, casi sintiendose culpables!
Es tremendo tu poema, me ha recorrido un gran escalofrío, que pena de vidas desaprovechadas, en vez de VIVIR...
Un abrazo fuerte desde mi librillo.
Enhorabuena por el blog.
Un abrazo cordial.
He visto que el vídeo está hecho con fines educativos. ¿Cuándo se tratarán seriamente estos asuntos en las escuelas y en los institutos?
Besos.
¿Es que se le hace poemas a las agraciadas y no a las demás? Sinceramente, creo que podrías mejorar tu poema.
Tremendo el mensaje y la forma, para no olvidar.
Gracias Mamen, un abrazo.