Poeticarbor
|
¿Has acariciado alguna vez el tronco de un árbol?
Guarda su superficie los días pasados
y las noches
pasadas,
de una existencia que se antoja mágica.
¿Has acariciado alguna vez la vida llena de vida?
Sabrás entonces que,
éso, es un árbol.
En las ciudades se mueren los árboles de los parques,
poco a poco, y en silencio.
Nos parecen grandes, fuertes, hermosos,
pero están solos en la frialdad de la prisa y el aire gastado.
Te lo digo yo, que acaricié sus arrugas y besé sus
huecos
cuando no había nada que les hiciera sombra.
Comentarios