No al miedo




Encogida el alma
encogido el corazón
encogida la misma vida.
Mi corazón cosmopolita
abierto y respetuoso
en un puño encogido.
No puedo mirar más allá
-de nosotros-
sin sentir la más cruel tristeza.
Qué no pierda mi fe
en el hombre de aquí,
en el de allí
que no pierda mis ganas,
seguir creyendo
que en cualquier ciudad
puede estar mi casa.









Comentarios

Lisen Lais ha dicho que…
Más que interesante,guay o genial, es un poema profundo que incluso me ha dado mucho que pensar e inspirarme.
Mamen ha dicho que…
Muchísimas gracias.
Me emociona leer esto.
Un abrazo.

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