No al miedo
Encogida el alma
encogido el corazón
encogida la misma vida.
Mi corazón cosmopolita
abierto y respetuoso
en un puño encogido.
No puedo mirar más allá
-de nosotros-
sin sentir la más cruel tristeza.
Qué no pierda mi fe
en el hombre de aquí,
en el de allí
que no pierda mis ganas,
seguir creyendo
que en cualquier ciudad
puede estar mi casa.
Comentarios
Me emociona leer esto.
Un abrazo.