Llegan las mañanas de sol
Fotografía de la autora
(Mariposa sobre una hoja)
Hay dos cosas que me gustan de ti,
esa calidez con la que me hipnotizas
y esa ingenuidad tan infantil
con la que siempre pareces vestirte.
No estás jugando, lo sé,
ese suave movimiento te lleva
a donde quieres ir, y te enredas
entre las cosas como la luz se enreda
-dibujando destellos e invisibles trazos-
entre las telarañas y las hojas,
agitadas por una brisa que te envidia.
Llegan las mañanas de sol, y con ellas
llegas tú, y no mirarte, lo sé,
es casi imposible.
Comentarios
Abrazos, siempre