Continuación
Estabas aquí,
añorabas mi voz,
yo también añoraba
esta estancia y tu presencia.
Estabas esperándome,
pues bien, ya he vuelto,
aún temblando.
Temí haberme perdido
-había extrañas nubes de tormenta-
cuando dejé de soñar.
Ahora comprendo,
aún temblando,
que siempre has estado,
que siempre has sido
el apuntador de esta historia
interminable.
Comentarios
Salud-os
Un besazo Mamen, feliz año.