Una cuerda rota
Fotografía de Eva Besnyö, 1931
Tan sólo tú y ese pensamiento;
despiertas, nunca duermen, las notas
la canción alegre fuera de lugar,
cómo tú y tu niñez robada
desnuda una vez más
ante los ojos que no miran de los transeúntes,
dispuesta a quedarse sólo por orgullo
un instante dentro en cada uno de ellos,
por lo menos hoy.
Avanzas sin sentir el peso
la melodía te quema todo el cuerpo,
pequeño, cansado, niño,
poco más esperas hoy,
la casa vacía, la ventana abierta,
el silencio de la noche
al regreso de otro día en la calle
donde el mundo desaparece
te deja solo sobre el gran escenario,
cansado, pequeño, desnudo
triste niño que toca de oído
tres cuerdas quedan, una se ha roto,
dormirás posado sobre el viento,
cierra los ojos.
Comentarios
Enhorabuena, es un texto sutil, y la foto es inmejorable.
Un beso.
Juan M
Salvo, quizá, para ellos. ¿quién sabe algo de los otros?
Abracitos
Abracitos.
Abrazos.