El firmamento se niega a amarnos
Fotografía de David Alonso Chacón
Al cerrar los ojos puedo verte, frente a mí
cómo si quisieras tú
también cerrar los tuyos, y verme.
Es una ilusión pues ninguno,
-ni tú ni yo-
estamos ahí, en la agradable
embriaguez
del hueco de nuestros cuerpos.
Las estrellas no tienen
luz
-sólo la reflejan-,
en la profundidad de esa cúpula azul
el firmamento se niega a amarnos,
al igual que yo, tú
sentirás su distancia
-y sentirás la nuestra-,
pues no tenemos
nombre ni rostro
al mirar a ese cielo
fascinados por el brillo
-sí, dilo-,
sólo fuimos importantes el uno para el otro.
La dificultad de entendernos se llevó la vida
mas, allá arriba nada ni nadie lloró.
Nos ahogamos en un vaso de agua,
quemamos las hojas de nuestros libros,
cerramos tras nosotros todas las puertas,
y no causamos en el universo, ápice de conmoción.
Sobre el sofá las figuras decapitadas de lo olvidado
firman solitarias, todos, todos los sueños.
Comentarios
Intentemos cada día ser capaces de abrirnos un poquito más al mundo, el agradecerá nuestra presencia y nosotros su calor. Besitos preciosa