Aniversario de Miguel Hernández (1910-2010) Muerto el poeta no se acabó la rabia.
Me da por pensar que aquel,
pastor adolescente, creció
dio paso al poeta puro, creyó
que con sus versos daría aliento.
Y fue recorriendo los caminos
recitando, a los huidos de la pobreza.
Sembró en las tierras del sur,
en las del norte regó sus nanas de cebolla,
volcó en los vientos sus ideas,
la sombra del gorrión sobre la batalla.
Me da por pensar que no supo
dónde llegaría su voz,
sí hacia quién iría.
Se nos quedó entero sobre la espalda.
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Otro beso para tí.