Un instante que no termina

                                                         
                                                                Imagen sacada de la red





Ocurre, que a veces me imagino en un lugar solitario
de cualquier parte del mundo,
camino  en un paisaje bello
y hay un cielo azul brillante,
hierba alta, árboles verdes, y el viento que agita todo.
Ocurre como en una escena de película,
yo sonriendo, el pelo alborotado,
siempre hay un halo de eternidad,
un momento largamente ansiado,
un sinfín de emoción,
el latido inalcanzable de la vida.
Ocurre, que de repente este pensamiento extraño
hace que me sienta mejor
y me digo a mí misma, puedo seguir adelante.
Hay una musiquilla de fondo
de esas del cine en blanco y negro
que habla de por siempres y de lejanía,
de amor, dolor, y empecemos de nuevo,
que habla de besos, ojos profundos y manos,
de horizontes y café  al despertar.
Me veo allí, en el medio de algo,
en la calma de mi deseo de verme feliz,
o llena de ser lo que quiero.
A veces alguien me acompaña,
no sé quién es, tampoco me importa,
va a mi lado un instante que no termina,
y mira lo mismo que miro yo.
Me he preguntado si ésto,  es lo único que yo he deseado
en cada nuevo día que he vivido,
mi única aspiración nacida de muy adentro
de las entrañas mismas de mi principio,
el motivo que me ha empujado, a ser quizá lo que soy.
Ocurre, que aquí me encuentro, preguntando,
diez años escribiendo, un instante que no termina.
















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