Perder la cabeza

Perder la cabeza
es irremediable
cuando, aún con los ojos abiertos, 
no ves nada.
Hay un instante temible y es ese,
la oscuridad del miedo
el golpe en la boca del estomago
la falta del latido del otro
la duda sobre uno mismo
el silencio en el ruido
la soledad en la compañía
el hambre a pesar de la abundancia.
Contradicciones, no,
sólo yo pensando en el ahora,
en el recuerdo del pasado,
en la vejez que se aproxima.
Te quiero pero no sé decírtelo,
a la vez te odio y te deseo,
a la vez me odio por no ser
capaz de decirlo.
Perder la cabeza  es fácil,
la locura está a la vuelta de una esquina, 
o hace tiempo que duerme,
contigo sin saberlo tú.
No me odies,  si quieres,
sólo quédate aquí.







Comentarios

Darío ha dicho que…
De vez en cuando, la dejaría ir...
Mamen ha dicho que…
Y a veces no hace falta que la dejemos, ya lo decide ella sola....

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