De árboles y hombres II








                                                                        Fotografía de la autora





Se aproximan y se alejan
los pasos sobre las aceras,
las ciudades duermen y despiertan
abrazadas al amor y al odio de las personas.
Son como bosques frondosos donde es fácil perderse
y encontrar el norte a la vez.
Tienes el temor
-yo también-
de andar y andar siempre solo
viéndote en las caras de los demás,
ahora tristes, ahora sonrientes,
con expresiones estúpidas, engreídas
o simplemente, caras enfermas.
Y de repente te detienes
-ese instante-
miras hacia arriba, al cielo azul,
sabiendo que está vacío y no cubierto de ramas,
como cuando tendido sobre la tierra
dejabas pasar las horas,
-debajo de los árboles-
dudabas que tanta belleza
te dejaría pensar bien.





Comentarios

Raul Simoncini ha dicho que…
Bellisima poesia, felicitaciones!!
Darío ha dicho que…
Hacia todas partes vas, como el árbol. Un abrazo.
Mamen ha dicho que…
Gracias Raul, y vuelve cuando quieras.Saludos a Argentina, sé que por allá me visitan mucho.
Mamen ha dicho que…
Es lo que tiene la poesía. Abrazo Darío.
Amando García Nuño ha dicho que…
Tumbado, leyendo las ramas de los árboles, se reinventa el mundo.
Abrazos, siempre

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