Como un martillo en la pared



A veces ocurre que una canción se te mete en la cabeza y se repite una y otra vez, al parecer sin ningún motivo concreto. Después a medida  que la vas alimentando, la vas adaptando a tus circunstancias parece revelarse como un pensamiento propio que emerge desde algún rincón oscuro (o lleno de luz ), desde  muy adentro.Quizá sólo sea mera coincidencia pero la canción de Amaral se acopla a la perfección a estos tiempos que nos tocan vivir y quizá los mismos pensamientos nos rondan a muchos a la vez.
Presiento y y de nuevo repito quizá, también otros lo hagan, presientan extraños de todo lo que les rodea, que no hemos aprendido nada del pasado. Humanos y nada, nada inteligentes.

Comentarios

Darío ha dicho que…
Yo siento que las canciones son eternas. Leopardi dijo cosas interesantes del infinito y la música, no? Un abrazo.
Mamen ha dicho que…
No lo dudes son eternas, lo son.
aguacateyfresas ha dicho que…
me gusta ese título, suena fuerte! saludos

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