Pared y silencio




La mirada se detuvo en la pared,


silenciosa mirada.

Con la luz tenue y el silencio

pared, techo, suelo, me escondieron

tantas veces.

La cama bien hecha,

el retrato del pasado sobre el mueble,

los libros como montañas infinitas,

tristes y bellas cosas que esperarán.

Cuántos minutos quedaron

- todos los momentos-

adheridos a estas formas materiales

que tomaron la mía propia.

Me escondí, me protegí bajo la manta

adormilada en el sofá que ocupó el salón

y también las tardes frías, mientras afuera la lluvia

se debatía entre los árboles

y los tiestos abandonados y vacíos

de semillas llenas de primaveras.

Escalera que subía al cielo de ambos

que bajaba a los desayunos de miel y nueces,

tanto y tanto nos dimos

incluso el llanto, y nuestro odio sin razón.

La pared me acarició para despedirse

y yo perdida pensé,

- la frente apoyada sobre ella-

“ya ha pasado tanto tiempo, no,

aún no puede ser”.

Comentarios

Thornton ha dicho que…
Eres una gran escritora Mamen. Me encanta leerte.

"semillas llenas de primaveras". Me lo anoto.

Un abrazo.
Mamen ha dicho que…
Una semilla es el comienzo de algo.
Gracias Manrique.
Lola Fontecha ha dicho que…
Esa semilla es el principio y el riego con tus palabras su crecimiento asegurado.... me gusta leerte. Besitos mamen
Mamen ha dicho que…
Querida Lola, a mi me gusta verte otra vez.

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