Gatos azules



Inquebrantables, solemnes, quietos
como pensando.
Me pregunto si lo saben,
si saben que hemos cambiado sus caricias
por la lejanía, por el olvido.
Y se acercan y derraman su quejido
con la suavidad que lo haría
la lluvia de una tarde clara y primaveral.
Me observan y me recuerdan sus ojos grandes,
los ojos de la lechuza blanca en lo alto del árbol,
desprendiendo su magia antigua sobre nuestras cabezas,
hechizándonos cuando ya éramos los dos, vulnerables
y hacíamos gala de nuestro devastador amor
desde que amanecía.
Gatos azules y melancólicos y pensativos,
caprichosos, intuitivos, insinuantes,
de lo que fuimos, testigos adormilados sobre las barandas,
bellos dueños de mi casa, hoy vacía.

Comentarios

Darío ha dicho que…
Me encantaron los gatos azules, pero quien sabe si ellos saben...
Mamen ha dicho que…
Tengo entendido que lo saben todo.
Anónimo ha dicho que…
Qué texto más bello le has hecho a los gatos Mamen. Ellos naturalmente que saben de caricias y de ausencias.

Te envío un saludo. Juan.
Mamen ha dicho que…
Gracias por visitarme.Otro saludo para ti Juan.

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