Con los pies sobre la vida




Creí


Sobre tu frente, me pareció ver el silencio
y en tus ojos la cristalina calma del que escucha
apaciguando los miedos, durmiendo los gritos.
Creí que el instante perduraría y podríamos hablarnos
como si todo lo dicho fuera darnos en cada palabra,
el latido vital de nuestro pecho lleno.
Como la piedra vetusta, eterna bajo el peso de los siglos,
como la tierra negra y rojiza, húmeda y seca,
que cubre todos los huesos.
Creí porque necesité sentirme unida a cada tiempo,
y te miré y comprendí y supe
que sólo así puede uno ser un hombre
con los pies sobre la vida
y los sueños en las manos para andar,
nunca solos.

Comentarios

Darío ha dicho que…
Creer es vivir, y si no, cómo se vive?

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