La gran ola



                                                              Hokusai (1830-1833)






Los invisibles ojos de la gran ola
harán un hueco a tu cuerpo,
y te abrazarán sus cuencas.
La inofensiva y bella ola
que inspiraba versos de pan y sal
a los soñadores insomnes,
será ahora la antesala
a un entierro de flor de cerezo sin fin,
la pérdida de otro jardín dulce.
Mar verde y opaco, pradera arrasada
repleta de madrigueras profundas
donde se esconden los miedos.
El dolor al desorbitado
dolor de los otros, no se calmará,
tampoco la marea sucesiva de restos,
de los minúsculos despojos de las cosas
que dormían en los cajones.
La inofensiva reconvertida en horror,
diosa de todas las olas,
coronó nuestro mediático tiempo,
como un alma indomable.
Los invisibles ojos de la gran ola
son ahora los surcos de barro,
sobre los que se dejarán mensajes
en papeles de seda preciosos,
sin fin susurros, y llantos agrios
con los que emborracharnos,
la estampa actualizada del artista.



http://poesamsquenada.blogspot.com.es/2009/12/haiku-para-lectores-compulsivos.html






Comentarios

Darío ha dicho que…
Bellísimo, querida, bellísimo. Inofensivo como la ola, lacerante como la ola.
Lucas Passerini ha dicho que…
Inevitable perderse en el interior de la ola, perderse y sufrirla y esperar que el mar vuelva a ser azul y verde y que todo haya pasado como un mal sueño. Los invisibles ojos de la gran ola también lloran, pero al mismo tiempo sueñan con ver la calma lejos de la orilla.
Un abrazo.
Mamen ha dicho que…
¿Te has dado cuenta? La vida está llena de esperas.
Lola Fontecha ha dicho que…
Doy fe amiga mia, pero esas esperas se pueden suavizar leyendote..... Precioso Mamen. Un beso

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