Erótico y bello






Dejo aquí seis microrrelatos erótico-románticos con los que me aventuré en un concurso
donde con 160 palabras (antes lo hice con otros donde el tema era el terror, pincha sobre el título) debías decir mucho y bien, algo complicado, pero me gustó el reto.

Mírame

Yo te miré, al principio sin querer, luego me quedé en ti, en tu frente, en la línea de tu óvalo, en tu nuez y tú hiciste lo mismo, te noté sobre mi pelo, en el lóbulo de mi oreja, en el nacimiento de mi seno. Sonreímos y yo disimulé bajando la mirada y acercando un dedo a mis labios.
Sabía que me mirabas así que lo mordí sin hacerlo y te volví a mirar, esta vez directamente a los ojos. Los dos lo supimos inmediatamente, porque se nos hizo agua y miel la boca y sentimos el calor crecer sobre la piel. Y tú me mirabas y yo ardía y nos fuimos devorando en el silencio de nuestra saboreada conexión, tú desde la barra y yo sentada en la mesa que tenía vistas a la calle más transitada de la ciudad, en aquel bar lleno de gente que ya no existía.

Tu nombre...

Susúrrame mientras me abrazas, siento tu aliento en mi nuca y me desespero, necesito que me poseas y yo poseerte. Sí, con tus manos en mi cuello, quebrándome de placer, agitando mi cuerpo ansioso de lo que está por venir. Y me giro y frente a ti me rindo, me dejo subyugar a tus besos de humedad adictiva que me destrozan porque así lo quiero. Me miras y me rompes, me quemo desde dentro y mi piel enrojece, se hiere a si misma con el calor de tus palabras. Y siento como tú te alzas fuerte, inquietante, imponente sobre mí, tierra ya conquistada. Y yo, que sólo me queda cerrar los ojos, me dejo llevar y abdico para siempre en tu carne, que desde ahora es el lugar donde vive el amor al deseo que lleva tu nombre.

Fuiste mía

Allí estabas transparente como las aguas del río donde pasabas las horas del mediodía, con un libro sobre el ingenuo regazo, que yo ansiaba lamer, y la cabeza inclinada hacia atrás, los parpados cerrados y la respiración pausada. El sol te acariciaba y yo también, No sabes cuántas veces recorrí tu cuerpo, cuántas veces te besé. Fuiste mía, de mi boca, de mis manos que supieron yacer en ti y llevarte libre y grandiosa hacia todos mis deseos de hombre enamorado. Hice de ti lo que quise sin una sola negación de tu parte porque cuando abrías los ojos y me mirabas yo veía en ti ese brillo que solo da el placer infinito. Y gozamos, yo soñando que tú eras toda sensualidad, toda provocación y tus murmullos, como el río, calmaban mi sed

QUIERO

Me pediste bailar contigo y yo que aquella noche me sentía esclava de mi placer te dije que sí. Y mientras nos colocábamos correctamente y nuestras manos se unían con demasiada prisa, nuestras siluetas se rozaban por primera vez a través de las ropas. La música nos protegía, fue la cómplice perfecta, yo sentía tu aliento en mi cuello, los dedos que apretaban con fuerza la carne trémula de mi cintura, pero yo no te miraba, intentaba ocultar mi emoción a los ojos de los demás, porque tú ya lo sabías cuando mi pecho encendido se apretó más en ti. Y se unieron también nuestras respiraciones, por un instante fuimos uno y aquella locura de sensaciones nos hacía temblar y desvanecernos. Notamos el calor de nuestras pieles, el olor de nuestros cuerpos que se deseaban y de repente la melodía se detuvo y sólo te dio tiempo a decirme al oído…quiero mucho más….

Amar o no amar

Yo sé que no hago bien, pero es inevitable, cada vez que nos vemos confirmamos esa locura y no pensamos en los demás sólo en nosotros, no queremos hacer daño… dime, es tan malo amar a otra persona…

Ayer nos encontramos, pura casualidad. Al mirarnos ya éramos conscientes de lo que pasaría. Hablamos, pero nuestras manos tenían la necesidad de tocarse, así que terminaron colándose bajo la ropa, mis dedos entre los botones en su camisa y los suyos bordeando los pliegues de mi blusa. Yo abrí mi boca y dejé que jugara dentro, mordí sus labios y mantuve la presión un segundo, mientras él tiraba de mi pelo hacia atrás con una fuerza contenida que me llenaba de gusto. Sentimos como nuestra piel enrojecía y brillaba, se pegaba la una a la otra, ardía y pedía caricias y saliva… ¿Tú crees que se puede detener algo así?
“Eso es la razón de la vida”.

Todas las mañanas

Todas las mañanas llego puntual a mi trabajo, él ya está delante de la pantalla del ordenador.Yo me siento, cruzo las piernas, enciendo mi equipo y busco los informes. Paso por su lado camino de la impresora, dejo en el aire mi perfume y sé que él también lo nota. Inclinada sobre el aparato veo como los folios van apareciendo con las últimas estadísticas, de repente descubro su mano cerca de la mía, pero no la retiro y ella se acerca un poco más hasta rozarme. Me dejo acariciar, me dejo atrapar entre la mesa y su cuerpo, giro mi cabeza para ver su perfil, abro mis labios y me apoyo sobre su pecho con suavidad. Sentimos como nuestras respiraciones se mezclan acompasadas, como nuestros olores nos agitan las entrañas, nos hacen decir locuras que sólo nosotros comprendemos. La impresora se detiene, los dos recuperamos la noción, vuelvo a mi sitio y así todas las mañanas.

La lectura

Yo iba a la biblioteca porque así me sentía libre. Seleccionaba algunos libros y me rendía a mis ensoñaciones. Una tarde estival acudí, dejándome llevar un poco por cierta ansiedad sexual, que junto con la temperatura húmeda de la ciudad marítima me agitaba y desordenaba los deseos. Allí junto al Justine de Sade me dejaba abrazar y “abusar” consentidamente siendo consciente de mis fantasías un tanto libertinas. Mientras gozaba de la lectura del libro maldito me di cuenta de que no era la única persona que había decidido pasar aquellas horas calurosas en tan grata compañía. Frente a mi un hombre de mediana edad parecía absorto contemplándome, pensé que quizá mi cara había sido por un momento el reflejo de mi alma excitada, le miré fijamente suplicando que así fuera, al ver que sus ojos se cerraban y su boca se entreabría dejando escapar un gemido, comprendí orgullosa y terriblemente satisfecha que los dos habíamos disfrutado Ex libris.

Comentarios

Lola Fontecha ha dicho que…
Yo participé aunque no he salido entre los cien finalistas, pero atreverme para mi fué el premio.
Un besito, como siempre es un placer leerte.

Este es uno de ellos..
AMARTE ES:

No importar el tiempo que pase para estar contigo, te he esperado toda la vida.

Sentirme a tu lado a pesar de la distancia.

Desear una caricia, un beso, perderme en tu mirada.

Hacerlo completamente, incondicionalmente, intensamente.

Desear oír tu voz para escucharte y reír contigo.

Aceptar como eres, virtudes y defectos, sabiendo que me admites como soy.

Abrirte mi corazón mostrarte mi alma, sin temor y sin miedo.

Poner en tus manos mis ilusiones, mis sueños, mis fantasías, sabiendo que están a buen recaudo.

Llorar en tu hombro con la certeza de que cada lágrima vertida será guardada en tu corazón, recibiendo el consuelo necesario.

Apreciar dolor en mi pecho al no tenerte, ansiando desde lo más recóndito de mi ser poder estar a tu lado.

Tomar fuerzas de tu amor para esperarte sin considerar el tiempo.

Despertar cada mañana sabiendo que queda un día menos para estar contigo.

Sentir, vivir, llegaste y supe el verdadero significado del amor.
Mamen ha dicho que…
Precioso Lola. Con gente como nosotras el certamen ya tenía nivel ;)
Thornton ha dicho que…
Me han gustado mucho tus microrelatos. Al ser tan cortos el final ha de impactar y los tuyos lo hacen. Si tuviera que elegir, señalaría "La lectura". Me ha encantado ese final:"comprendí orgullosa y terriblemente satisfecha que los dos habíamos disfrutado Ex libris".
He leído también los relatos extraños y te digo lo mismo:"Ella era una flor más, allí a sus píes, con el rostro de tierra húmeda"
Un saludo.
J.Garés Crespo ha dicho que…
...bueno, si tu lo dices valen como cuentos, pero podrían ser poemas...
Besos
Mamen ha dicho que…
Debe de ser deformación profesional, los dos vemos siempre poesía... Besos

Lo más leído