“Para decir mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado”






“Para decir mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado”-refrán popular.






















Y fue una casualidad
que un día dijeras mi nombre
y al hacerlo quedásemos unidos
como el musgo al viejo árbol
como la hiedra de tu casa al muro.
Y crecimos siempre mirando hacia arriba
(como debe ser),
con ganas de ver el cielo
de ver quizá la línea de otro horizonte
sin torres que mantienen complejos equilibrios,
ni cristales sucios llenos de tiempo adherido.
Y fuimos entrelazándonos,
mi mano en tu brazo,
mi píe en tu muslo,
tu boca en mi espalda…
Y fue una casualidad
que yo pronunciara tu nombre
y que al hacerlo quedásemos dormidos
ambos soñando el mismo sueño perdido,
ambos hablándonos bajito
(como debe ser).
Cada palabra un silencio,
cada silencio una verdad,
descubrimos asustados
que así no se puede mentir.




Comentarios

Mamen ha dicho que…
Daniel esta es para tí, espero así lograr que me dejes algo tuyo en mi blog.
Anónimo ha dicho que…
quizás no sea casualidad y existan ciertas coincidencias significativas...
gracias
y es cierto: no vale mentir... a nadie.
Darío ha dicho que…
Me encantan las casualidades. Tienen ese no sé que místico que nos devuelven la fe en lo que "no podemos ver", pero intuimos que existe. Un abrazo.
Mamen ha dicho que…
Tienes mucha razón, nos hacen seguir, en cierta manera manteniendo los sueños vivos.
Gracias por visitarme.
Un abrazo.

Lo más leído