Hera decapitada



Acabo de decapitar a la hermosa Hera (Juno para los romanos), diosa entre las diosas del Olimpo. Debo decir en mi defensa que ha sido sin querer, un accidente desafortunado en horas de quehacer doméstico. Nadie puede sentirlo más que yo, que velé por su imagen cuidadosamente en aquel viaje a Mérida (Emerita Augusta) ya hace muchos años. Pero hoy la he decapitado, final trágico sin duda. Estoy recomponiendo su rostro, trozo a trozo con delicadeza y aprecio, esperando que su nuevo aspecto no me aleje de las ensoñaciones clásicas.
Se decía que Hera recuperaba la virginidad todos los años cuando se bañaba en el Canathus y que protegía los matrimonios y los nacimientos. Con el tiempo se volvió sumamente celosa y vengativa, debido a las continuas infidelidades de su esposo y hermano Zeus.
La diosa es despiadada cuando se enfada, y yo pongo todo mi empeño en unir sus pedazos mientras la imagino tramando alguna conspiración. Poco a poco recupera su rostro arcilloso y ahora parece mucho más antigua que antes. La Diosa llena de cicatrices me mira y creo por su mirada hueca e inmortal que estoy perdonada.

éξομολογóεμαι,εúχαριστéω
gratias ago
Gracias.

Comentarios

aguacateyfresas ha dicho que…
Simplemente MARAVILLOSO!!! me encantó tu relato! un saludo grande! y...apúrate a reconstruirla cuanto antes!!!!
Lola Fontecha ha dicho que…
Seguro que te perdona. Me ha gustado leerte, como siempre. Un beso desde Jaén

Lo más leído